lunes, 16 de julio de 2007

TECNOLOGIA ALIENIGICA PARA FRENAR CAMBIO CLIMATICO

Tecnología alienígena para frenar cambio climáticoFecha: 01 Jul 2007Publicada Por: Eduardo Categoría: Actualidad
El ex ministro de Defensa canadiense Paul Hellyer instó a los gobiernos de todo el mundo a desclasificar y usar tecnología alienígena secreta, obtenida en supuestos accidentes de ovnis, con el fin de detener el cambio climático, dijo este miércoles un diario canadiense."Me gustaría ver qué tecnología extraterrestre podría haber para eliminar la quema de combustibles fósiles dentro de una generación... esa podría ser una forma de salvar nuestro planeta", declaró Hellyer, de 83 años, al diario Ottawa Citizen.Las naves extraterrestres deben haber viajado vastas distancias para llegar a la Tierra, por lo cual deben estar equipadas con avanzados sistemas de propulsión o utilizar combustibles excepcionales, dijo al periódico. Estas tecnologías alienígenas podrían ofrecer a la humanidad alternativas a los combustibles fósiles, dijo Hellyer, aludiendo al enigmático incidente en Roswell, Nuevo México, en 1947 -que se ha convertido en un bastión para los creyentes en las civilizaciones extraterrestres- como un ejemplo de contacto con seres de fuera de la Tierra."Necesitamos persuadir a los gobiernos para que desclasifiquen lo que saben. Algunos sospechamos que saben bastante, y que ese conocimento sería suficiente para salvar a nuestro planeta si se aplica lo suficientemente rápido", dijo.Hellyer fue ministro de Defensa en 1963, en el gabinete del ex primer ministro Lester Pearson, y supervisó la controvertida unificación del Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina canadienses, convirtiéndolas en las Fuerzas Canadienses.

martes, 3 de julio de 2007



FRAGAMENTO DE OVNI?

Ubatuba: ¿Fragmento de OVNI?
El 14 de septiembre de 1957 fue un día de transformación para el doctor Olavo Fontes, médico prestigioso de la Escuela Nacional de Medicina de Brasil. Al mirar un ejemplar del periódico O Globo, no pudo menos que notar el raro titular de la página de sociedad “Un fragmento del platillo volador”.

Ese titular flotaba a manera de estandarte sobre la carta escrita anónimamente a Ibrahim Sued, columnista de sociedad de Rio de Janeiro. Su contenido era como sigue:

“Querido señor Ibrahim Sued:

Como fiel lector de su columna y admirador suyo, deseo comunicarle algo de gran interés para un hombre de prensa acerca de los discos voladores, si usted cree que son reales, por supuesto. Yo no creía nada de lo que se decía o se publicaba sobre ellos, pero hace unos pocos días me vi forzado a cambiar de idea.

Pescaba junto con unos amigos en un lugar cercano al pueblo de Ubatuba, Sao Paulo, cuando miré un disco volador que se acercaba a la playa a una velocidad increíble, de manera que un choque en el mar parecía inminente. En el último momento, sin embargo, cuando estaba a punto de chocar con las aguas, hizo un giro ascendente y se elevó con un fantástico impulso.

Nosotros seguimos el espectáculo con nuestros propios ojos, asombrados al ver que el disco explotaba en llamas. Se desintegró en miles de flamantes fragmentos que cayeron centelleando con magnífica brillantez. Parecían fuegos artificiales, a pesar de la hora del accidente, al mediodía. La mayor parte de los fragmentos, casi la mayoría, cayeron en el mar.

Pero un número de pequeños pedazos cayeron cerca de la playa y nosotros recogimos una gran cantidad de este material, tan liviano como el papel. Le adjunto una pequeña muestra...”

El autor anónimo de la carta envió los fragmentos al Sr. Sued confiado que éste conocería a alguien capaz de analizarlos correctamente. El autor suponía que los científicos quieren siempre pruebas físicas de los OVNIs, y que esos fragmentos podían ser de gran importancia.

El Dr. Fontes tiró el periódico imaginando, como muchas mentes científicas lo hacen, que este artículo era un engaño para despertar interés entre los lectores. Pero entonces, las dudas comenzaron a intranquilizarlo con insistencia. ¿Y si los fragmentos eran reales? ¿Y si realmente provenían de algo fuera de este mundo? El doctor decidió entonces dirigirse al Sr. Sued para obtener algunas respuestas.

Cuatro horas después, el Dr. Fontes se encontró en el apartamento del columnista. Las muestras de los fragmentos yacían sobre una mesa. Según pudo apreciar, eran tres pequeñas piezas de una sustancia sólida, gris opaca, parecida a un metal con una superficie algo irregular y bastante oxidada. A juicio del doctor, las piezas parecían haberse desintegrado de una masa grande de metal u objeto.

La superficie de una de las piezas estaba atravesada con hendiduras microscópicas, siempre longitudinales, como si hubiera sido rota bajo la acción de varias fuerzas. Las tres muestras estaban cubiertas con una capa delgada de material blancuzco que podía eliminarse con la uña del dedo.